Las fronteras entre lo popular y lo culto nunca estuvieron bien marcadas. Solo me ocuparé aquí de algo popular muy personal mío, pero tengo la esperanza de que pueda gustar a otros. En todo caso esos posibles interesados deben gustar de ciertas modalidades de la música popular y, a la vez, de la tradición clásica. Es verdad que hay pocas personas de estas características, pero a mí me basta una sola (no obstante, me consta que hay un pequeño puñado de ellas). Para no demorar, comentaré aquí un poco ciertas versiones latinas de creaciones populares. Ellas, para bien o para mal, son obra mía. Por último, un vesre: algo popular pasado a culto.
Digamos algo antes acerca del género. Muy poco, porque ya escribimos sobre ello en otra ocasión.[1] Lo importante es que no soy el primero, ni mucho menos, en traducir al latín canciones populares. Otros lo hacen y lo han hecho, aquí y en el mundo. En lo personal, como novedad puedo decir que el Dr. José María Kokubu, odontólogo y cantante de tangos que usa el nombre El Ponja Malevo, me ha manifestado su deseo de interpretar Lux tenuis (mi versión latina de A media luz). Menciono además a Fernando Sorrentino, prestigioso profesor y escritor; escribió cierta vez una nota sobre mis versiones, en la publicación virtual española El trujamán.[2] No digo esto por jactancia (al fin y al cabo se trata de una musa menor), sino para mostrar que hay gente con interés en estas nugulae. Transcribo esta versión latina de un conocido tango:
VIEJO SMOKING – TOGA VETUS
Vide attente: insula mea.....................Campaneá cómo el cotorro
ecce caret universis,............................va quedando despoblado,
divitiae omnes sunt grabatus.............todo es lujo en la catrera
–non anser– mega fronon.................. compadreando sin colchón.
Vide quam puer sim pauper,..............Y mirá este pobre mozo
famam omnem iam perdidi,................cómo ha perdido el estado,
tristis, amarus, siccatus,......................amargado, pobre y flaco
ut feles rusticanus.................................como perro de botón.
Sensim omnia bona mea...................... Poco a poco todo ha ido
praecipitia in sub hastam,....................de cabeza pa’l empeño;
hora erat iam impluvii,........................ se dio juego de pileta
natandum erat mihi..............................y hubo que echarse a nadar.
Tu solum quod nobis restat,................Solo vos te vas salvando,
quod mihi somnium repraesentas,..... porque pa mí sos un sueño
a quo, hercle, di me perdant,.............. del que quiera Dios que nunca
numquam, numquam expergiscar..... me vengan a despertar.
Toga vetus, o tempora,........................Viejo smoking de los tiempos
optime in amore luctabar,...................en que yo también tallaba,
multae korae vere amasiae............... ¡cuánta papusa garaba
in tuos sinus fleverunt........................ en tus solapas lloró!
Sinus albi refulgentes......................... Solapas que con su brillo
solem ipsum obscurabant,................. parece que encandilaban,
semper passim exhibebant................porque donde iban sentaban
auream formam Ovidianam.............. mi fama de gigoló.
In arena ego pugnavi......................... Yo no siento la tristeza
sed scio me victum esse,................... de saberme derrotado
non est mihi amara nostalgia............ y no me amarga el recuerdo
praeteriti grandoris;.......................... de mi pasado esplendor;
non me paenitet drachmarum......... no me arrepiento del vento
non me paenitet annorum.................ni los años que he tirado
sed lugeo quia sum solus................... pero lloro al verme solo,
nec amicos numero. ..........................sin amigos, sin amor;
Manu careo quae me iuvet.............. sin una mano que venga
in acerbo hoc luctamine,.................. a llevarme una parada,
et puella quae me laetet................... sin una mujer que alegre
in meo misero victu… .......................el resto de mi vivir.
A, tempus erit, te plicabo................ Vas a ver que un día de estos
et de te pulvinum faciam..................te voy a dejar de almohada
et pauperculo grabato...................... y, tirado en la catrera,
lene moriturus sum. ........................me voy a dejar morir.
Toga vetus, quam frequenter.........Viejo smoking, ¡cuántas veces
illam kalen saltatricem................... la milonguera más papa
in sinu tuo splendenti.......................el brillo de tus solapas
detersisti a cerussa. ........................de estuque y carmín manchó!
Sicarius dum eram ego, ..................Y en mis desplantes de guapo,
udus fletibus puellarum, ................¡cuántos llantos te mojaron,
multus gladiator invidit..................cuántos taitas envidiaron
meae famae Ovidianae. ..................mi fama de gigolo!
La idea de bulín se me ocurrió que podía ponerse como insula, es decir uno de esos departamentos de alquiler, para gente humilde, que había en la Roma antigua. Respecto de anser, ignoro si los romanos usaban pluma de ganso para sus almohadas; en todo caso, se trata de una arbitraria relación con el lujo de la catrera. Sobre compadrear, ese lunfardo es expresado, de modo amplio, en griego.
Como se ve, la expresión “perro de botón” no fue vertida ad litteram. En efecto me vino a la memoria un dicho popular que no puedo documentar, el que dice que alguien es “ordinario como gato de rancho”; esto me pareció apropiado para caracterizar a un gigolo venido a menos. Tampoco ahí fui literal, pues dije ‘gato de campo.’ Sobre siccatus, creo que no es tan oscuro el juego que hice con seco con el sentido de ‘pobre’, común entre nosotros.
La noción de empeño la expresé anticipándome, en latín, a lo que haría después el español, sustantivando sub hastam, pues en la antigua Roma las subastas se anunciaban con una lanza clavada en tierra. La palabra pileta, que usamos en vez de piscina, la puse como impluvium, que era justamente ese reservorio de la casa romana hecho en el centro del atrio, para recibir el agua de lluvia que caía por el compluvium. Estas audacias expresivas deben mirarse con benevolencia, pues buscan sobre todo el humor.
De los versos que siguen, subrayo la traducción de ‘sueño’. En efecto, el latín distingue entre somnus, ‘sueño’ (sommeil), y somnium, ‘visión durante el sueño’ (songe, rêve). Para el primer sentido, el griego usa hypnos; para el segundo, el Critón[3] platónico y otros textos que traen los diccionarios,[4] enýpnion. El guapo acabado de nuestro tango tiene una “ensoñación” de las glorias de su vida pasada.
Sin duda la traducción toga para smoking no es exacta, pues la vestimenta característica romana no llevaba necesariamente la idea de traje de gala o de ocasión especial, que para nosotros suele llevar. Otro tema puede ser cómo poner en latín palabras lunfardas. La solución que más de una vez propuse es acudir al griego, que para los romanos cultos era más que una segunda lengua: era la que habían aprendido de nodrizas griegas, por connaturalidad, lo mismo que en nuestras tierras americanas algunas familias hacían para que sus hijos “nacieran” con el francés. Korae como ‘muchachas’ a lo mejor no es tan raro, porque muchos conocen las columnas en forma de doncellas, que sostienen el Erecteón, en la Acrópolis. Otro punto de esta estrofa es mi referencia a Ovidio, poeta y hombre de mundo que fue castigado con el destierro por el emperador Augusto, allá por los comienzos de nuestra era. Nuevamente apelo a la indulgencia del lector, pues seguramente Ovidio no era un gigolo, palabra que no es académica, pero que algunos definen ‘rufián.’[5]
El taita que se siente derrotado, en su vejez, me pareció que podía ser comparado con un gladiador retirado, derrotado también por el tiempo inapelable. En todo caso ambos personajes (el del tango y el mío, que es por supuesto de estatura ínfima) pliegan sus míticas vestimentas, las hacen almohadas y se echan a dormir, para esperar el final. No es mi intención aburrir con citas clásicas, pero confieso que me divierte mechar alusiones literarias en mis versiones. Aquí hay una a un texto muy conocido, pues cuando el gladiador dice nec amicos numero, pensé sin duda en el célebre dístico de Ovidio:
Donec eris sospes, multos numerabis amicos:
tempora si fuerint nubila, solus eris.[6]
Para resumir, mi versión latina de este tango puede considerarse una traducción en extremo libre, y cantable; está ambientada también, de un modo sui generis, en un mundo romano literario, imaginario. Indudablemente con el tiempo fui cambiando el modo de hacer mis versiones latinas. Primero eran traducciones más o menos fieles; luego, traducciones muy libres, como el ejemplo que acabo de mostrar. Finalmente (y ya llevo algunos años), puedo decir que no hago casi traducciones sino adaptaciones o recreaciones, siempre cantables con la melodía popular correspondiente. Una sola muestra es mi visión de un muy célebre tema del cantante Leo Dan, en los años ’60.
SANTIAGO QUERIDO – CARTHAGO DILECTA
Santiago querido, ..............Carthago dilecta,
Santiago añorado,..............Carthago somniata,
en ti yo he soñado, ............iam ad te revenio,
tú a mí me has dado......... quod mihi tu dedisti
todo lo más puro............... Asianum stilum
de mi corazón. ...................plenum floribus.
Por ahí cuando escucho ....Et semper revoco
una chacarera ....................Apologeticum;
me acuerdo del pago......... Marcianum Capellam;
-no es la vez primera-....... magum Apuleium;
y pienso en Santiago ..........doctum Hipponensem,
queriendo volver. ...............Filium Monicae.
Hoy te canto yo desde aquí,....Hei! Versibus celebro te,
te canto como un crespín........ te cano tristis olor
que pronto quiere volver........ nostalgia tua moriens.
a Santiago... ..............................Ah, Carthago...
Muy importante es la literatura latina que floreció en el norte de África. Sin duda el centro cultural de esa región era Cartago. No es la ciudad fenicia, sino la que los romanos fundaron en lugar de ella. Menciono aquí las figuras tal vez más conocidas. Apuleyo (s. II d. C.), autor de El asno de oro y cultor de ese estilo florido llamado asianismo; Tertuliano, apologista cristiano muerto hacia el 240; San Agustín, obispo de Hipona; Marciano Capela, del s. V, autor de una enciclopedia llena de alegorías, cuyo título era Las nupcias de Filología y Mercurio. Al final de mi versión, reemplazo un ave regional (el crespín) por el eterno cisne, cuyo último canto se dice que es el más perfecto. Pero ahora muestro otro experimento, el tango Cambalache traducido a lengua que pretende ser culta. No copio la letra del tango, porque creo que es bien conocida.
GRAN TEATRO
(Cambalache en lenguaje no reo)
Dicen que el mundo claudica
en su andar, en el áureo siglo
y también en la plateada edad:
nunca faltó la gentuza soez
que engaña y es engañada,
que cortesanas frecuenta
y los escollos de las cortes.
Mas este siglo es la edad
más malévola que existió.
No lo podrás negar, Fabio:
un cocido de males es este
mundo de hoy; de muchas
cosas, una sola.
Seas comendador o villano,
honrado señor o trapacero,
necio vulgo o sabio doctor,
liberal o miserable, ninguna
diferencia en esto habrá.
Pueden medir sus armas
el vil y el andante caballero;
un escolar salmantino
y una simia dan cátedra;
ventero y teólogo pesan
lo mismo en las balanzas.
Unos se afanan por estudiar
la medicina en Salerno,
los digestos en Bologna,
divina filosofía en París,
pero las buenas costumbres
en ninguna parte.
En las tablas de la escena
encuentras al rey y al simple
que vive en su rincón, a Ginés
de Pasamonte y a don Diego,
a Pericles y al demagogo;
Espartaco y Craso se dan
la mano, Jerónimo discute
por un vaso de vino, Clodio
agita al populacho y Catón
cultiva una severa virtud.
Todo revuelto allí tendrás:
los libros sucios de tahúres
y la Vulgata.
Edad muy férrea la nuestra,
de afanes y de codicias.
Importuna a los grandes
para conseguir espórtulas,
golpea los altivos umbrales
de los poderosos. La Muerte
empero a todos nos iguala,
pues sacude las tabernas
y palacios con su pie igual.
No te engañe el vacío rumor
que el mundo llama fama:
es una sombra de un sueño.
Debes vivir en paz contigo
el día presente, pues las horas
devoran los días de la vida;
se nos escurren, mi Fabio,
como arena.
[In vulgarem non vulgarem convertit Radulfus]
Sería largo y trabajoso –además de arrogante– ponerme a explicar cada una de las alusiones cultas. Algunas por otra parte son evidentes, por históricas o por literarias. Solo puedo justificarme diciendo que me he divertido mucho. En realidad no solo eso; una vida de diversas lecturas pasó por mi cabeza cuando hacía este juego. Quizás convenga aclarar aunque sea una sola alusión, como recuerdo de algo que hoy casi nadie lee, pero que figuraba, nisi fallor, en Las cien mejores poesías líricas de la lengua castellana, de don Marcelino Menéndez Pelayo. El Fabio destinatario de mis versos pretende emular al de la epístola moral que comenzaba
Estos, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora
campos de soledad, mustio collado,
fueron un tiempo Itálica famosa.
Aquí de Cipión la vencedora
colonia fue; por tierra derribado
yace el temido honor de la espantosa
muralla, y lastimosa
reliquia es solamente
de su invencible gente.[7]
Quienes visitan hoy las ruinas de esa ciudad romana próxima a Sevilla, nada saben de Rodrigo Caro (1573-1647) y su “A las ruinas de Itálica”. Poco importa. Sirva en todo caso mi intento, a manera de un sencillo homenaje. Pero, como último ejemplo de este recorrido, citaré lo que escribí no como una falta de respeto sino –nuevamente– como alabanza. Sin duda que Don Francisco de Quevedo y Villegas es una gloria de las letras universales, pero lejos están los tiempos en que los alumnos de secundario aprendían de memoria alguno de sus sonetos. Sin embargo varias personas de mi generación recuerdan este célebre, dedicado a las ruinas de Roma. Lo copio no de amarillentos y empolvados (venerables por ello) libros, sino de la Red, en castellano y en inglés (no soy el autor de la versión inglesa).
Buscas en Roma a Roma, ¡oh peregrino!, ...You search in Rome for Rome, oh wanderer!,
y en Roma misma a Roma no la hallas;...... and yet in Rome itself you don’t find Rome:
cadáver son las que ostentó murallas, .......the walls boasting its fame are now a corpse,
y tumba de sí propio el Aventino. .............the Aventine now serves as its own tomb.
Yace donde reinaba el Palatino; ................it lies now where the Palatine once reigned;
y limadas del tiempo, las medallas ............and its medallions, worn Hawai by time,
más se muestran destrozo a las batallas ....show more the devastation of the battles
de las edades que blasón latino. ................of the ages than great Latium’s pride.
Sólo el Tibre quedó, cuya corriente, .........Only the Tiber has remained, whose flow,
si ciudad la regó, ya, sepoltura, .................if once a city watered, now, a grave,
la llora con funesto son doliente. ..............It mourns for her with brokenhearted tones.
¡Oh, Roma!, en tu grandeza, en tu
La noción de empeño la expresé anticipándome, en latín, a lo que haría después el español, sustantivando sub hastam, pues en la antigua Roma las subastas se anunciaban con una lanza clavada en tierra. La palabra pileta, que usamos en vez de piscina, la puse como impluvium, que era justamente ese reservorio de la casa romana hecho en el centro del atrio, para recibir el agua de lluvia que caía por el compluvium. Estas audacias expresivas deben mirarse con benevolencia, pues buscan sobre todo el humor.
De los versos que siguen, subrayo la traducción de ‘sueño’. En efecto, el latín distingue entre somnus, ‘sueño’ (sommeil), y somnium, ‘visión durante el sueño’ (songe, rêve). Para el primer sentido, el griego usa hypnos; para el segundo, el Critón[3] platónico y otros textos que traen los diccionarios,[4] enýpnion. El guapo acabado de nuestro tango tiene una “ensoñación” de las glorias de su vida pasada.
Sin duda la traducción toga para smoking no es exacta, pues la vestimenta característica romana no llevaba necesariamente la idea de traje de gala o de ocasión especial, que para nosotros suele llevar. Otro tema puede ser cómo poner en latín palabras lunfardas. La solución que más de una vez propuse es acudir al griego, que para los romanos cultos era más que una segunda lengua: era la que habían aprendido de nodrizas griegas, por connaturalidad, lo mismo que en nuestras tierras americanas algunas familias hacían para que sus hijos “nacieran” con el francés. Korae como ‘muchachas’ a lo mejor no es tan raro, porque muchos conocen las columnas en forma de doncellas, que sostienen el Erecteón, en la Acrópolis. Otro punto de esta estrofa es mi referencia a Ovidio, poeta y hombre de mundo que fue castigado con el destierro por el emperador Augusto, allá por los comienzos de nuestra era. Nuevamente apelo a la indulgencia del lector, pues seguramente Ovidio no era un gigolo, palabra que no es académica, pero que algunos definen ‘rufián.’[5]
El taita que se siente derrotado, en su vejez, me pareció que podía ser comparado con un gladiador retirado, derrotado también por el tiempo inapelable. En todo caso ambos personajes (el del tango y el mío, que es por supuesto de estatura ínfima) pliegan sus míticas vestimentas, las hacen almohadas y se echan a dormir, para esperar el final. No es mi intención aburrir con citas clásicas, pero confieso que me divierte mechar alusiones literarias en mis versiones. Aquí hay una a un texto muy conocido, pues cuando el gladiador dice nec amicos numero, pensé sin duda en el célebre dístico de Ovidio:
Donec eris sospes, multos numerabis amicos:
tempora si fuerint nubila, solus eris.[6]
Para resumir, mi versión latina de este tango puede considerarse una traducción en extremo libre, y cantable; está ambientada también, de un modo sui generis, en un mundo romano literario, imaginario. Indudablemente con el tiempo fui cambiando el modo de hacer mis versiones latinas. Primero eran traducciones más o menos fieles; luego, traducciones muy libres, como el ejemplo que acabo de mostrar. Finalmente (y ya llevo algunos años), puedo decir que no hago casi traducciones sino adaptaciones o recreaciones, siempre cantables con la melodía popular correspondiente. Una sola muestra es mi visión de un muy célebre tema del cantante Leo Dan, en los años ’60.
SANTIAGO QUERIDO – CARTHAGO DILECTA
Santiago querido, ..............Carthago dilecta,
Santiago añorado,..............Carthago somniata,
en ti yo he soñado, ............iam ad te revenio,
tú a mí me has dado......... quod mihi tu dedisti
todo lo más puro............... Asianum stilum
de mi corazón. ...................plenum floribus.
Por ahí cuando escucho ....Et semper revoco
una chacarera ....................Apologeticum;
me acuerdo del pago......... Marcianum Capellam;
-no es la vez primera-....... magum Apuleium;
y pienso en Santiago ..........doctum Hipponensem,
queriendo volver. ...............Filium Monicae.
Hoy te canto yo desde aquí,....Hei! Versibus celebro te,
te canto como un crespín........ te cano tristis olor
que pronto quiere volver........ nostalgia tua moriens.
a Santiago... ..............................Ah, Carthago...
Muy importante es la literatura latina que floreció en el norte de África. Sin duda el centro cultural de esa región era Cartago. No es la ciudad fenicia, sino la que los romanos fundaron en lugar de ella. Menciono aquí las figuras tal vez más conocidas. Apuleyo (s. II d. C.), autor de El asno de oro y cultor de ese estilo florido llamado asianismo; Tertuliano, apologista cristiano muerto hacia el 240; San Agustín, obispo de Hipona; Marciano Capela, del s. V, autor de una enciclopedia llena de alegorías, cuyo título era Las nupcias de Filología y Mercurio. Al final de mi versión, reemplazo un ave regional (el crespín) por el eterno cisne, cuyo último canto se dice que es el más perfecto. Pero ahora muestro otro experimento, el tango Cambalache traducido a lengua que pretende ser culta. No copio la letra del tango, porque creo que es bien conocida.
GRAN TEATRO
(Cambalache en lenguaje no reo)
Dicen que el mundo claudica
en su andar, en el áureo siglo
y también en la plateada edad:
nunca faltó la gentuza soez
que engaña y es engañada,
que cortesanas frecuenta
y los escollos de las cortes.
Mas este siglo es la edad
más malévola que existió.
No lo podrás negar, Fabio:
un cocido de males es este
mundo de hoy; de muchas
cosas, una sola.
Seas comendador o villano,
honrado señor o trapacero,
necio vulgo o sabio doctor,
liberal o miserable, ninguna
diferencia en esto habrá.
Pueden medir sus armas
el vil y el andante caballero;
un escolar salmantino
y una simia dan cátedra;
ventero y teólogo pesan
lo mismo en las balanzas.
Unos se afanan por estudiar
la medicina en Salerno,
los digestos en Bologna,
divina filosofía en París,
pero las buenas costumbres
en ninguna parte.
En las tablas de la escena
encuentras al rey y al simple
que vive en su rincón, a Ginés
de Pasamonte y a don Diego,
a Pericles y al demagogo;
Espartaco y Craso se dan
la mano, Jerónimo discute
por un vaso de vino, Clodio
agita al populacho y Catón
cultiva una severa virtud.
Todo revuelto allí tendrás:
los libros sucios de tahúres
y la Vulgata.
Edad muy férrea la nuestra,
de afanes y de codicias.
Importuna a los grandes
para conseguir espórtulas,
golpea los altivos umbrales
de los poderosos. La Muerte
empero a todos nos iguala,
pues sacude las tabernas
y palacios con su pie igual.
No te engañe el vacío rumor
que el mundo llama fama:
es una sombra de un sueño.
Debes vivir en paz contigo
el día presente, pues las horas
devoran los días de la vida;
se nos escurren, mi Fabio,
como arena.
[In vulgarem non vulgarem convertit Radulfus]
Sería largo y trabajoso –además de arrogante– ponerme a explicar cada una de las alusiones cultas. Algunas por otra parte son evidentes, por históricas o por literarias. Solo puedo justificarme diciendo que me he divertido mucho. En realidad no solo eso; una vida de diversas lecturas pasó por mi cabeza cuando hacía este juego. Quizás convenga aclarar aunque sea una sola alusión, como recuerdo de algo que hoy casi nadie lee, pero que figuraba, nisi fallor, en Las cien mejores poesías líricas de la lengua castellana, de don Marcelino Menéndez Pelayo. El Fabio destinatario de mis versos pretende emular al de la epístola moral que comenzaba
Estos, Fabio, ¡ay dolor!, que ves ahora
campos de soledad, mustio collado,
fueron un tiempo Itálica famosa.
Aquí de Cipión la vencedora
colonia fue; por tierra derribado
yace el temido honor de la espantosa
muralla, y lastimosa
reliquia es solamente
de su invencible gente.[7]
Quienes visitan hoy las ruinas de esa ciudad romana próxima a Sevilla, nada saben de Rodrigo Caro (1573-1647) y su “A las ruinas de Itálica”. Poco importa. Sirva en todo caso mi intento, a manera de un sencillo homenaje. Pero, como último ejemplo de este recorrido, citaré lo que escribí no como una falta de respeto sino –nuevamente– como alabanza. Sin duda que Don Francisco de Quevedo y Villegas es una gloria de las letras universales, pero lejos están los tiempos en que los alumnos de secundario aprendían de memoria alguno de sus sonetos. Sin embargo varias personas de mi generación recuerdan este célebre, dedicado a las ruinas de Roma. Lo copio no de amarillentos y empolvados (venerables por ello) libros, sino de la Red, en castellano y en inglés (no soy el autor de la versión inglesa).
Buscas en Roma a Roma, ¡oh peregrino!, ...You search in Rome for Rome, oh wanderer!,
y en Roma misma a Roma no la hallas;...... and yet in Rome itself you don’t find Rome:
cadáver son las que ostentó murallas, .......the walls boasting its fame are now a corpse,
y tumba de sí propio el Aventino. .............the Aventine now serves as its own tomb.
Yace donde reinaba el Palatino; ................it lies now where the Palatine once reigned;
y limadas del tiempo, las medallas ............and its medallions, worn Hawai by time,
más se muestran destrozo a las batallas ....show more the devastation of the battles
de las edades que blasón latino. ................of the ages than great Latium’s pride.
Sólo el Tibre quedó, cuya corriente, .........Only the Tiber has remained, whose flow,
si ciudad la regó, ya, sepoltura, .................if once a city watered, now, a grave,
la llora con funesto son doliente. ..............It mourns for her with brokenhearted tones.
¡Oh, Roma!, en tu grandeza, en tu
hermosura,............................................. Oh Rome!, of all your greatness, your allure,
huyó lo que era firme, y solamente ..........that which was firm has fled, and nothing but
lo fugitivo permanece y dura. .................What is elusive stays and will endure.[8]
He aquí una versión lunfarda del soneto (de este delito laesae Hispanitatis sí soy responsable).
Tenés ganas de buscar a Roma en Roma,
Pibe, pero en Roma a Roma no remanyás;
Son un fiambre los paredones que tenía
Y el Capitolio se parece a un camposanto.
Esas montañitas con palacios de pashá
Son aura un cascajo; monedas y medallas
No son vento: son unos miserables cobres
Que no te alcanzarán ni pa yerba de ayer.
¡Juná! No te queda nada más que el Tibre.
¡Qué truchada de corriente verdolaga!
Allí jailaifes tenían –te lo bato– mansiones...
Che Roma, no te hagas más la papusa fina.
Si vos antes tuvistes fama y morlacos,
Hoy sos un bagallo viejo descangallado.
Dentro del tópico del paso del tiempo, sería pecado explicar a un tanguero que la yerba de ayer de mi versión es la misma que la de un tango célebre, hecho por el mismo autor de Esta noche me emborracho, al cual aludo en el último verso. Pero decía antes que no iba a cometer la torpeza de comentar in extenso mis manías poéticas. Solo faltan unas, por así llamarlas, conclusiones.
En primer lugar, siempre fue atractivo el poder cultivar varios niveles –no doy a esto un carácter valorativo– de lengua. En la antigüedad había griegos que eran capaces de escribir poemas en jónico, en dórico y en eólico. Sálvense las distancias que se quieran, pero también ahora hombres cultos usan el lunfardo, ese registro nuestro de origen variopinto. Todos decimos que fulano tiene muy buenas pilchas, que tenemos mucho laburo o que la vida es una timba. De cualquier forma, el lunfardo no es una falta de respeto. Por eso creo que no hice mal mezclándolo con latín y con español culto. Si a algunos esto agradó, quedan convidados a intentarlo (sin duda lo harán mejor que este servidor).
huyó lo que era firme, y solamente ..........that which was firm has fled, and nothing but
lo fugitivo permanece y dura. .................What is elusive stays and will endure.[8]
He aquí una versión lunfarda del soneto (de este delito laesae Hispanitatis sí soy responsable).
Tenés ganas de buscar a Roma en Roma,
Pibe, pero en Roma a Roma no remanyás;
Son un fiambre los paredones que tenía
Y el Capitolio se parece a un camposanto.
Esas montañitas con palacios de pashá
Son aura un cascajo; monedas y medallas
No son vento: son unos miserables cobres
Que no te alcanzarán ni pa yerba de ayer.
¡Juná! No te queda nada más que el Tibre.
¡Qué truchada de corriente verdolaga!
Allí jailaifes tenían –te lo bato– mansiones...
Che Roma, no te hagas más la papusa fina.
Si vos antes tuvistes fama y morlacos,
Hoy sos un bagallo viejo descangallado.
Dentro del tópico del paso del tiempo, sería pecado explicar a un tanguero que la yerba de ayer de mi versión es la misma que la de un tango célebre, hecho por el mismo autor de Esta noche me emborracho, al cual aludo en el último verso. Pero decía antes que no iba a cometer la torpeza de comentar in extenso mis manías poéticas. Solo faltan unas, por así llamarlas, conclusiones.
En primer lugar, siempre fue atractivo el poder cultivar varios niveles –no doy a esto un carácter valorativo– de lengua. En la antigüedad había griegos que eran capaces de escribir poemas en jónico, en dórico y en eólico. Sálvense las distancias que se quieran, pero también ahora hombres cultos usan el lunfardo, ese registro nuestro de origen variopinto. Todos decimos que fulano tiene muy buenas pilchas, que tenemos mucho laburo o que la vida es una timba. De cualquier forma, el lunfardo no es una falta de respeto. Por eso creo que no hice mal mezclándolo con latín y con español culto. Si a algunos esto agradó, quedan convidados a intentarlo (sin duda lo harán mejor que este servidor).
RAÚL LAVALLE
[1] “Poesía ‘popular’: dos versiones, y algo de latín”, trabajo leído en las Primeras Jornadas sobre Sociedad Argentina y Cultura Popular, organizadas por el IES Nº 1, Ciudad de Buenos Aires; publicado en CD ROM, 2002.
[2] “Corrientes del Tíber”, http://cvc.cervantes.es/trujaman/anteriores/febrero_03/12022003.htm .
[3] 44 a.
[4] P. ej.: M. A. Bailly. Dictionnaire grec-français. Paris, Hachette, var. ed.
[5] El Diccionario del lunfardo argentino: http://www.nacionesunidas.com/diccionarios/argentina.htm . Para otras definiciones y etimología probable: http://www.thefreedictionary.com/gigolos .
[6] Tristia 1, 9, 5-6.
[7] El texto puede verse en: http://www.estudio24.com/Estudio24-imss/paginas/plantillas_contenido/Page.asp?Seccion=105&Pagina=317&plantilla=Page.asp .
[8] http://sonnets.spanish.sbc.edu/Quevedo_Roma.html .
Muy bueno el blog, Profesor.
ResponderEliminarUn gran abrazo de su alumno José Magioncalda.