jueves, 10 de septiembre de 2009

EL CISNE NEGRO DE CARMINA BURANA (Y DE MARTINUS ZYTHOPHILUS)


Martin Freundorfer, poeta neolatino actual, me envió el 15 de junio de 2009 un mensaje literario. Lo escribió a un grupo de amigos, de cuyo santo número formo parte inmerecidamente.

Rara auis est dictus niger a te cygnus, acerbe,
cum tuus albentem mundus haberet auem.
Si foret Australi sita in aequore cognita, uates,
terra, coli scires hanc ab olore nigro.
Tempora enim semper mutantur multaque fiunt,
quae fieri non uult credere caecus homo.

Duro poeta, llamas una rara ave al cisne negro,
porque tu mundo conoce solo cisnes blancos.
Vate, si conocieras la tierra bañada por el mar
del sur, sabrías que en ella hay cisnes negros.
Pero los tiempos mudan y hay muchas cosas
que el ciego hombre no quiere creer que son.

Sabemos que el último canto del cisne es el mejor. Geoffrey de Monmouth en su Vida de Merlín (1335-1336) escribe: Excedit volucres dulci modulamine cunctas, / cum moritur cignus nautis gratissimus ales. Poco sé de volátiles pero creo haber visto u oído hablar de cisnes negros, aunque la mayoría sean cándidos. Yo vivo en una tierra del mar austral, si bien no sé a cuál de ellas se refiere Martinus. No importa; haya o no cisnes negros versus meridiem, están claros algunos consejos: no menospreciemos lo que no conocemos; no pensemos que las cosas siempre tienen que ser de una sola manera; aceptemos los cambios que mater Natura nos da. Después de leer, felicité a Martinus y le contesté que hay otro famoso cisne negro, el célebre cisne hervido de Carmina Burana, el que comienza 'En otro tiempo vivía en los lagos' (Olim lacus colueram). No le desagradó mi noticula, pues me dijo en mensaje del mismo 15 de junio: “Verum dicis, mi Radulfe, sed illum cygnum, cum lacus coleret, album fuisse addendum est.” Añadió que antes la gente no hacía tales distinciones poéticas y enviaba a su estómago tanto cisnes como gansos. Más aún el día anterior, en un paseo a orillas del Danubio, había visto un cisne blanco, aunque no quiso comerlo (no sé si estos tiempos conservacionistas alientan cacerías de esta índole). En fin, sea entonces esta nota un humilde homenaje a Carmina Burana, a uno de sus poemas más divertidos y a la poesía de un amigo que es gloria de la latinidad de hoy.
RADULFUS

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