lunes, 5 de agosto de 2013

CADÍCAMO Y DICE UN REFRÁN  (por FIDEL FAREZ)


Enrique Santos Discépolo supo decir que Enrique Cadícamo fue el más porteño de los poetas. Es cierto que sus letras describen Buenos Aires como ningún otro poeta lo ha hecho, porque sin nombrar taxativamente lugares –toda buena poesía debería sugerir más que decir– sus versos transportan inequívocamente al paisaje que evoca. Dice un refrán es un tango atípico, pero tiene el sello de sus autores, el ambiente en aquí es creado tanto  por Cadícamo como por Ángel D’Agostino, compositor de la música; aquí el paisaje será una calle cualquiera con el personaje caminando y recordando:

 

DICE UN REFRÁN

 

Dice un refrán y confieso,

que no es refrán pa' aliviarse:

"Cariño le toma el preso

a la reja de la cárcel."

Pero yo sé que eso nunca lograré,

acostumbrarme a tu ausencia no podré.

Vos estarás muy tranquila

en brazos de otro querer, y yo.

Estoy sufriendo lo mismo

por tu cariño, mujer,

estoy sufriendo lo mismo

que habrá sufrido la otra... ay sí...

cuando por vos la dejé.

Cuando por vos la dejé... y yo

tengo en el alma una hoguera,

no puedo más con tu amor...

Está bien que no me quieras,

pero dejar que me muera... ay sí...

es no tener corazón.

Es no tener corazón...

Por culpa de tus desvíos

hoy ando triste y enfermo;

por culpa tuya, bien mío,

hoy ya no como ni duermo...

Entre la vida y la muerte estoy, amor,

y este dolor de perderte es un horror...

Vos estarás muy tranquila

en brazos de otro querer, y yo...

 

 

 

Y ahora, mis comentarios:

 

Dice un refrán y confieso,

que no es refrán pa'liviarse:

 

Qué lindo y cierto es el refrán:  

"Cariño le toma el preso

a la reja de la cárcel."

Pero yo sé que eso nunca lograré,

acostumbrarme a tu ausencia no podré.

 

Y ahora viene el prejuicio del abandonado, que se hunde en su imaginación; quién sabe cómo estará la mujer:

Vos estarás muy tranquila

en brazos de otro querer, y yo...

 

Sigue una mezcla de remordimiento y reproche, suenan más que a dolor:

Estoy sufriendo lo mismo

por tu cariño, mujer,

estoy sufriendo lo mismo

que habrá sufrido la otra... ay sí...

cuando por vos la dejé.

 

El reproche se repite, suavemente y con un dejo de humor, no se advierten odio ni rencor, él sabe que es así como suceden las cosas:

Tengo en el alma una hoguera,

no puedo más con tu amor...

Está bien que no me quieras,

pero dejar que me muera... ay sí...

es no tener corazón.

 

En Cadícamo rara vez se ve el deseo de destrucción hacia la mujer que se fue; los versos que siguen le cargan a la labilidad amorosa de ella sus propios males:

Por culpa de tus desvíos

hoy ando triste y enfermo;

por culpa tuya, bien mío,

hoy ya no como ni duermo...

Entre la vida y la muerte estoy, amor,

y este dolor de perderte es un horror...

Vos estarás muy tranquila

en brazos de otro querer, y yo...

 

Y al final se debe repite la estrofa anterior:

Estoy sufriendo lo mismo

por tu cariño, mujer,

estoy sufriendo lo mismo

que habrá sufrido la otra... ay sí...

cuando por vos la dejé.

tengo en el alma una hoguera,

no puedo más con tu amor...

Está bien que no me quieras,

pero dejar que me muera... ay sí...

es no tener corazón.
 

Haciendo click aquí, se puede disfrutar este lindísimo tango:
 
 
 
FIDEL FAREZ